Ver el mundo pasar...
Una de las mejores maneras de pasar el tiempo en estas cálidas tardes de verano es visitar una de las encantadoras plazas de Palmas que hay repartidas por la ciudad. Siéntese, pida una bebida o unas tapas o simplemente pasee lentamente por los pintorescos espacios de la ciudad mientras observa a la gente y disfruta del aire veraniego.
A lo largo de la fachada marítima de la ciudad de Palma se encuentra el Paseo Marítimo que se extiende por el puerto de Palma, desde Porto Pi hasta más allá de la catedral.
Esta zona es perfecta para dar paseos en bicicleta a primera hora de la mañana o para caminar a última hora de la noche, observando el mar, los yates que pasan y la vida cotidiana de la ciudad.
En el centro de la ciudad se encuentra la Plaza Mayor, rodeada de edificios históricos, cafés, bares restaurantes y pequeñas boutiques.
El espacio central abierto acoge regularmente mercados artesanales durante el verano y también en Semana Santa y Navidad. Perfecto para comprar regalos y recuerdos.
Justo al lado de la Plaza Mayor se encuentra la pequeña y discreta plaza de la Parroquia Sant Nicolau, que alberga pequeños restaurantes y exclusivas boutiques. Junto a ella se encuentra el Paseo del Borne.
Una avenida arbolada con bancos para sentarse y observar a la gente, boutiques de alto nivel y galerías de arte contemporáneo, el Passeo del Borne es, con mucho, el más destacado y estéticamente atractivo de los espacios abiertos de Palma.
El cercano barrio de Santa Catalina es muy popular entre el público nocturno que quiere cenar y disfrutar de las zonas de descanso exteriores.
Hay muchas más plazas y espacios abiertos al aire libre para disfrutar mientras se visita la ciudad y la mayoría de los pueblos más pequeños tienen el mismo espacio central que es el centro de todo lo social y colectivo. Asegúrese de descubrir estas plazas mientras las tardes de verano todavía son cálidas.
